miércoles, 8 de abril de 2009

¿UNA OCASIÓN PERDIDA?


Hoy, he tenido que volver a mi último trabajo porque el certificado de empresa que me habían dado estaba mal (porque será que no me sorprendió lo más mínimo). El caso es que he tenido que ir a ver a mi ex-jefe a la oficina.

Ayer y esta mañana iba concienciandome: - Voy a llegar y antes de que abra la boca le voy a soltar todo lo que me ido callando este último año. Estoy harta de esta empresa, sois un hatajo de ladrones, ineptos, idiotas, iros a tomar por ...

Llevo todo el año aguantando toda clase de humillaciones de mi querido jefe, además de cobrar una ruina y trabajar como una esclava. Una compañera y yo llevabamos todo el peso de la oficina y nos comíamos todos los marrones, porque para él todos nuestros compañeros trabajaban de maravilla y nosotras dos eramos las responsables de ellos (a pesar de tener la misma categoria y por supuesto cobrar lo mismo).
Llegó a decirnos que teniamos que quedarnos hasta una hora fija todos los dias pero solo nosotras ¿eh?, los demás podían irse cuando su trabajo(la mitad que el nuestro) estuviera hecho; aunque no era "nada personal". Así que mi compañera y yo nos quedabamos sentadas, una vez que terminabamos, esperando que llegara la hora de irse. Eso sí cuando estaba mi jefe hablabamos de partos y cosas desagradables para molestarle. (Para mala leche la mia)
En fin después de este año maravilloso se me acabó el contrato y no me renovó.

Estaba ensayando esta mañana ante el espejo todo lo que le iba a decir, cuando entra mi marido y empieza a decirme que no vaya gritando, que para eso siempre hay tiempo, que no merece la pena, que necesidad tienes de irte de malas formas...

Total que he ido, se ha resuelto el tema y me he venido.

Y tengo dentro de mi un malestar que no me deja tranquila: ¿he hecho bien o tenia que haberle mandado a la mierda, haberle dicho todo lo que pensaba?. Al fin de al cabo ¿cuantas ocasiones tienes de mandar tomar vientos a tu jefe? Esos momentos son impagables.
Dentro de unos años cuando este en una residencia de ancianos contando esas batallitas que a nadie le importan yo podría decir:
-¡ ... nunca olvidaré la cara que se quedó al muy cabrón!

No hay comentarios: